Viola organista

Leonardo, el músico

Una de las facetas menos conocidas de Da Vinci es la de músico e inventor de instrumentos. Respecto a su vocación como intérprete, parece ser que era capaz de improvisar canciones con la lira de braccio y que dominaba el toque de laúd y el órgano. Incluso llegó a componer piezas musicales de la que, lamentablemente, apenas ha quedado testimonio.

Sin embargo, lo más llamativo de su afición a la música no fue a la hora de hacer sonar instrumentos ya existentes en su tiempo, sino cómo aplicó su ingenio para concebir otros nuevos. Una de sus creaciones más famosas (dentro de lo poco conocidos que son sus instrumentos) es la denominada viola organista: un proyecto de instrumento de tecla que reprodujese el sonido de un grupo de violas.

Aunque existen hasta treinta dibujos parciales del artefacto, no se ha conservado ningún esquema completo del mismo. Al parecer, se trataba de un instrumento portátil y ligero, basado en un mecanismo de ruedas recubiertas de crines de caballo que pueden hacer vibrar simultáneamente varias cuerdas accionadas por un teclado.

Otra invención de Da Vinci es el órgano de papel (órgani de carta), que aparece descrito en el Códice Madrid II de la Biblioteca Nacional de España, y que se incluye dentro de la muestra LOS ROSTROS DEL GENIO.

La primera aportación a la mejora del instrumento consiste en un insólito fuelle de doble acción (“fuelle de viento contínuo”, en palabras de Leonardo) con dos cuerpos adosados: mientras uno se está vaciando al presionar para hacer sonar los tubos el otro se llena por la misma operación, resultando un movimiento de ida y vuelta comparable al del arco del violín que hace mucho más fácil la administración de las “respiraciones”. El teclado adquiere la posición vertical perpendicular al cuerpo, mucho más manuable y ergonómica. Sí, también nosotros nos hemos dado cuenta… Con tres siglos y medio de anticipación, queda inventado el teclado del acordeón que su creador, el francés Bouton, comenzará a aplicar en 1852, no haciéndose corriente su utilización antes de 1920.

Leonardo tuvo también en su mente un órgano de agua que intentaba evocar los sonidos evocadores producidos por una fuente, creando armonías con las distintas caídas del agua.

En el ámbito de la percusión, Leonardo trabajó instrumentos bastante ruidosos, como la carraca con puerta corredera, la carraca mecánica de lengüetas o la carraca con manga. Describió igualmente un tambor con tres pies, un tambor flauta y un tambor carraca, en todo caso buscando diversificar, mediante el ingenio, el sonido monocorde de la percusión, aportando un sin fin de posibilidades musicales.

 

Fuentes:

https://www.youtube.com/

https://es.wikipedia.org