Miguel Ángel

Así era el desprecio mutuo entre Da Vinci y Miguel Ángel

El experto en la vida y obra de Leonardo da Vinci, Christian Gálvez repasa un lunes más en ‘La Noche de COPE’, un acontecimiento relevante en la historia del ilustre Leonardo. En esta ocasión, Christian Gálvez, también comisario de la exposición ‘Los rostros del genio’, ha desgranado la relación entre Da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti.

En 1452, Leonado nacía en Vinci (Florencia), y, en 1475, en Caprese (Florencia) llegaba al mundo Miguel Ángel Buonarroti. Dos genios coetáneos, procedentes de la misma región y que, además, se conocieron.

Grandes artistas que se complementaron para que su competencia les hiciera crecer y seguir formándose. Sin embargo, su inteligencia era muy distinta, según Gálvez: “Siempre me remito a los estudios de un miembro del Instituto de Francia, que decía que en Miguel Ángel Buonarroti y en Da Vinci se daban los dos tipos de inteligencia que se dan en las personas. Buonarroti unificaba los conocimientos en la potencia, en la fuerza… Y Leonardo buscaba la sincronía para ir más allá. En definitiva, Miguel Ángel diría ‘más fuerte’; y Leonado, ‘más lejos’”.

Coincidieron en Italia, en pleno Renacimiento, y de ahí que surgieran tantos, y tan ilustres, artistas en Italia. “Recordemos que el conocimiento se expandió con la imprenta de tipos móviles, la recuperación de los textos antiguos de Platón, con la apertura de bibliotecas, con la mentalidad científica de Copérnico y con los mecenazgos. Hay un nexo común entre la democratización de la cultura y la irrupción de tantos artistas en Italia en general, y en Florencia en concreto”, explicaba el comunicador.

Unos artistas que, en el caso de Da Vinci y Buonarroti se despreciaban realmente. “Giorgi Vasari, nuestro cronista favorito, decía que había un enorme desprecio mutuo entre Leonardo y Miguel Ángel Buonarroti. Miguel Ángel se fue de Florencia, y Leonardo a Francia, donde lo apreciaban… pero, antes de esto, compitieron, entre comillas, en el ‘Salón de los Quinientos’, del Palazzo Vecchio de Florencia”, relataba Christian Gálvez.

Además, incluso llegaron a protagonizar algún desencuentro público. “En el manuscrito Anónimo Gaddiano, de 1540, y que está en la Biblioteca Nacional de Florencia, se cuenta que hubo una reunión de hombres de bien en la que se discutían por un pasaje de Dante. Entonces, se pidió a Leonardo que lo recitara. Sin embargo, pasaba por allí Miguel Ángel, y Leonardo sentenció que mejor lo recitase Miguel Ángel. A lo que éste contestó que mejor lo hiciera Da Vinci, ya que había dibujado un caballo para fundirlo en bronce y lo había dejado abandonado”, explicaba el comisario de ‘Los rostros del genio’.